
Su fórmula es C15H15N2CON(C2H5)2. Fue sintetizado por primera vez en 1938 y en 1943 el químico suizo Albert Hofmann, quien descubrió sus efectos por accidente durante la recristalización de una muestra de tartrato de LSD. El número 25 (LSD-25) alude al orden que el científico iba dando a los compuestos que sintetizaba.
Su descripción es “Dietilamida del ácido Lisérgico o LSD-25”, la cual fue sintetizada en 1938 en los laboratorios de la compañía farmacéutica Sandoz, en el transcurso de un programa de investigación de los alcaloides del hongo cornezuelo del centeno.
En su forma pura es incolora, inodora y levemente amarga. Suele administrarse por vía oral, generalmente absorbida en papel secante, cubo de azúcar o pequeños comprimidos conocidos como micropuntos. El LSD es una sustancia muy sensible, degradable fácilmente en contacto con luz, calor, aire y humedad.
En 1938 el químico Albert Hofmann estudiaba para los laboratorios Sandoz el cornezuelo de centeno, una droga usada por las comadronas desde hace siglos. Fue entonces cuando sintetizó por primera vez LSD. Sin embargo abandonaría su investigación sin descubrir los efectos de esta sustancia. Años más tarde, en 1943, por una corazonada quiso continuar con este trabajo. Fue entonces cuando por accidente le cayó una gota de esta sustancia en la mano. Tuvo que suspender la tarea al sentirse mareado y pidió a su ayudante que le acompañara a casa. Aquella anécdota se conocería más tarde como “día de la bicicleta”. Hofmann había tomado sin quererlo una fuerte dosis de LSD por vía subcutánea y estaba comprobando sus efectos. Más tarde corroboraría con más detalle su potencia y posibles usos. De tal forma que en 1947 se comercializó el primer fármaco con LSD, denominado Delysid.
El LSD se utilizó inicialmente para tratar alcoholismo y esquizofrenia. En estos estudios destacó el Instituto de Investigación Psicodélica en Estados Unidos. Defendía que dicha droga podría ayudar al equipo investigador o personal médico hacia maneras de comprender sensaciones y emociones relacionadas con semejantes problemáticas. Sin embargo, el uso clínico de esta sustancia abrió paso a la experimentación recreativa.
No tiene consecuencias a nivel fisiológico, sino psicológico. De mezclarse con otras sustancias, consumir dosis demasiado alta, pasar por mala racha o tener predisposición genética, puede producir “mal viaje“, caracterizado por episodio de pánico con alucinaciones terroríficas, agitación, desconfianza en las personas del entorno, temblores e hipertensión arterial. Es limitado en el tiempo aunque puede durar más de 24 horas. En casos de prolongación excesiva de estos efectos negativos, es recomendable consultar con un médico.
Durante el último semestre del 2012 en Bogotá y en diferentes partes de Colombia, personas consumidoras de LSD reportaron ganas de vomitar, mareo instantáneo, sabor muy amargo, adormecimiento de la boca y sensación de dientes sueltos. Síntomas muy diferentes a los producidos normalmente por la ingesta de LSD. Frente a tal situación, Energy Control (España) reportó presencia de 25I-NBOMe (2CI) en tres muestras analizadas. También se han presentado hospitalizaciones y muertes relacionadas con sobredosificaciones de esta sustancia. Por lo anterior, recomendable comenzar con dosis bajas (1/8) y no consumir si las características organolépticas (sabor y sensación en la boca) son muy diferentes a las habituales.
Fuente: Échele Cabeza
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